Una de las más claras señas de identidad de un pueblo es sin duda su gastronomía. En ella se reflejan todas las peculiaridades, costumbres y
estilos de vida del lugar del que proviene. Como sucede
en muchos países, la gastronomía chilena varía según la región.
Yo me voy a centrar en los platos típicos de la Región de Atacama.
El amplio litoral y la larga tradición pesquera de la zona hacen que el pescado y el marisco adquieran gran protagonismo en sus cocinas. Abunda el pescado de roca, que se utiliza para
preparar sabrosos caldillos o bien se sirve apanado o aderezado con
diferentes salsas. Otros peces característicos son la reineta, la
corvina, el salmón, el congrio, el jurel... Un plato muy típico que
se puede preparar con uno o varios de estos pescados en crudo es el
ceviche. El truco consiste en dejar macerar los peces en una mezcla de ajo, cebolla, limón y diferentes especias (pimentón, ají, comino,
cilantro, etc.). En las pescaderías del muelle lo venden en
tarrinas, listo para degustar.
Entre los mariscos,
destacan los ostiones (parecidos a las vieiras en España). La mayor
delicatessen, para estómagos poco aprensivos, es tomarlos vivos, con
un chorrito de limón. En Bahía Inglesa hay un kiosko donde los
tienen en una pileta, repiqueteando como castañuelas, y los sacan
directamente al plato. Muy comunes son también los choritos
(mejillones) y los camarones. Asimismo son muy apreciados los locos, molusco
parecido al caracol que habita exclusivamente en costas chilenas y
peruanas. Todas estas especies son preparadas de múltiples maneras,
con diferentes condimentos y salsas, o como ingredientes para lasañas
o pasteles horneados.
En cuanto a las carnes,
el ritual del asado está muy extendido por todo el país. En todas
las casas existe una parrilla (o barbacoa) más grande o más
pequeña, y los asados son parte de todas las reuniones familiares y celebraciones con amigos. Lo habitual es utilizar carne de vacuno o
de cerdo. Y como entrante, no pueden faltar los choripanes
(choricitos a la parrilla sobre pan tostado, habitualmente acompañado
de mayonesa u otras salsas).
La reina de la comida
rápida es la empanada. Las preparan en todos los
restaurantes, para comer allí o bien para llevar. En verano, son
muchos los vendedores ambulantes que pasean por la playa cestas bien
cargadas pregonando sus ricas empanadas calentitas. La masa es frita y muy
crujiente, y hay miles de variedades para el relleno (carnes,
verduras, mariscos.... siempre acompañados de una buena cantidad de
queso que se funde con el calor). Dos de los restaurantes más
conocidos de Caldera son "La casa de la Empanada" y
"Empanápolis". Para que os hagáis una idea de su
supremacía por estos lares. Y lo cierto es que están buenísimas.
En casa hemos adoptado ya como propias dos costumbres gastronómicas chilenas: el té y la palta. Aquí
se bebe mucho más té que café. Es la
bebida recurrente a cualquier hora y para acompañar todo tipo de aperitivo o merienda. Además tiene muy buenas propiedades para la salud. Las paltas
(aguacates) son muy utilizadas y sirven para todo: en ensaladas, para acompañar un choripán
o un perrito caliente (en este caso la trituran), o para extender
sobre una rebanada de pan tostado. Esta última opción es la que nos
encanta. Hay que elegirlas maduras, para que se puedan machacar con
un tenedor. Se les añade sal y unas gotas de limón y
sobre las tostadas están exquisitas. Y muy sanas.
Y por último, no puedo
dejar de mencionar el pisco sour, la estrella de las bebidas
alcohólicas. Es un cóctel que se prepara con pisco, zumo de limón,
azúcar y clara de huevo. El pisco es un licor parecido al
aguardiente que se extrae de la uva. Chile y Perú se disputan la
denominación de origen, que no está del todo clara, pero nadie
discute que el pisco sour es la bebida nacional chilena por
excelencia. Está muy rica y es muy refrescante, aunque hay que
beberla con moderación puesto que la graduación alcohólica es elevada. En algunos sitios se acostumbra a agregarle
un poco de merkén, un aliño típico de la cocina mapuche, preparado
con ají. Un condimento muy picante, apto sólo para paladares "todoterreno". ¡¡Un brindis por vosotros!!
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Fuente: www.glitztvla.com |
"Tener tranquilo el ánimo y alegre el humor a las horas de comer y de dormir, es uno de los preceptos cuya práctica contribuye más a prolongar la vida." (Sir Francis Bacon)